domingo, 23 de febrero de 2025

Maria Claudia Armesto participa por el premio Letras y Poetas

 Seguimos recibiendo inscripciones al Concurso literario "Galardón Letras y poetas" Premio Matilde Zorita 2025, en este caso la escritora inscrita es de Mar del plata, se trata de Maria Claudia Armesto.
¡¡¡Felicitaciones!!!
debajo de la foto del Diploma de inscripción dejamos el email del concurso para que solicite las bases; le recordamos que este Certamen es de Alcance Nacional y destinado a escritores radicados en la Republica Argentina.

sábado, 1 de febrero de 2025

Cuento las Astro ardillitas estelares

 Aukardillas
(Hechos reales con personajes ficticios)
En un principio, las ardillas no eran como las conocemos ahora. Hace
años un grupo de ardillas de tierra vivían en cuevitas húmedas y terrosas. No
se animaban a salir al exterior, aunque veían que entraba cierta claridad por la entrada principal. Pero habían oído historias aterradoras que les hacían tener miedo de conocer el exterior, historias de lobos, leones, pumas, osos,
halcones, murciélagos, lechuzas , águilas y chimangos que atrapaban a sus
presas de día o de noche para devorarlas.
Sabían que muchos animales jamás habían regresado a sus cuevas una
vez que se animaron a salir al exterior, los suricatos les había contado esas
historias miles de veces. Ellos eran un grupo de animales curiosos que siempre
se metían en problemas. Y por eso las ardillas de tierra no querían salir de su
mundo subterráneo.
Pero una de esas ardillas, de corazón rebelde, llamada Kashém un día
decidió salir y ver que había afuera, aunque los demás le decían que no lo
hiciera. Ya estaba harta de las historias exageradas de los suricatos y de los
topos, ya estaba harta de vivir con miedo. Salió, exploró, conoció, diseñó
croquis y mapas y volvió a su cueva, a contarles lo que había visto.
Sí, había lobos, osos, halcones y pumas, pero por lo general atacaban
animales de gran tamaño y ellos eran apenas un bocado insignificante, por lo
que nadie les prestaría atención. Además, si los suricatos podían defenderse
de los peligros trabajando en equipo, ellas también podían aprender a hacerlo, solo era cuestión de organizarse para trabajar juntos.
Las ardillas de tierra, guiadas por esta nueva líder, tomaron coraje y
decidieron abandonar sus cuevitas subterráneas para explorar el exterior.
Descubrieron nubes muy blancas, bellísimas flores perfumadas, un tibio sol
dorado que iluminaba todo lo que podía verse, el viento, que movía las hojas
de los árboles y los pájaros que cantaban sin cesar. Un mundo lleno de
colores, fragancias y sonidos, hasta el momento, desconocido para ellas.
El agua cristalina corría en los ríos y arroyuelos, las praderas eran muy
verdes pero lo que más les fascinó fueron los árboles, tan altos, tan
majestuosos, tan bonitos…..un lugar perfecto para vivir en libertad.
-Este es el mundo del que nos habías hablado, Kashém-dijo una de las
ardillas, curiosa.
-Así es, por eso les insistía que saliéramos de las cuevas oscuras,
porque descubrí un mundo maravilloso aquí afuera y quería que ustedes
también lo conocieran-respondió la líder
Comenzaron a trepar los árboles, a recorrerlos y pronto aprendieron
hacer cuevitas en los troncos y a comer nueces y bellotas, que eran mucho
más ricas que las raíces que siempre comían.
Corrían y saltaban de rama en rama, felices por su nueva libertad. Veían
que los pájaros podían abrir sus alas y sostenerse en el viento.
Y como no hay ardilla a la que no le gusten los desafíos para
arriesgarse, comenzaron a saltar de rama en rama, primero con saltos cortos y así, entre salto y salto, aprendieron a volar, mejor dicho, a planear, saltando
entre los árboles. A medida que practicaban eran capaces de ejecutar saltos
cada vez más largos, abriendo sus patagios con tanta amplitud que el viento
podía sostenerlas como si fueran pájaros.
Se convirtieron en ardillas voladoras. Se apasionaron por el vuelo a tal
punto que aprendieron a cabalgar sobre el viento. Las ardillas que salían de
noche para evitar los peligros del día descubrieron una luna redonda, muy
redonda y blanca, en la noche, que brillaba entre las copas de los árboles,
aunque en ocasiones se la veía muy azul, o muy anaranjada. Era un
verdadero misterio para ellas, un misterio que despertó en las ardillas su innata curiosidad. Pero por más que volaban y planeaban no podían alcanzarla. No importaba que tan potente fuera el salto, era imposible llegar hasta allá.
Entonces, de nuevo buscaron a Kashém para idear un plan. Decidieron
crear una nave espacial para llegar la luna: se convirtieron en las ardillas
espaciales . Tomó meses hacer cálculos y diseñarla, otros meses buscando o
creando las piezas que necesitaban y muchos meses más para construirla,
pero lo lograron. Impulsada por varis ramas flexibles de uno de los árboles del bosque despegaron una noche. Llegaron a la luna en muy poco tiempo y
descubrieron que la gravedad era menor, por eso , para hacer alunizar la nave
tuvieron que utilizar toda la carga de respaldo que llevaban. Descubrieron que también podían volar de verdad ¡volar como pájaros! ¡Un pequeño salto se convertía en un gran planeo!
Exploraron la luna, comenzaron a hacer cuevas bajo tierra ya que no
había árboles. Pero los sembraron, los cuidaron y pronto la luna estuvo
cubierta de un denso bosque de hojas azules y troncos de cristal. Por qué los
árboles en la luna eran tan diferentes, no podían explicarlo.
No sólo llegaron a la luna, sino también a muchos otros planetas. Con el
tiempo hicieron bases lunares en las lunas jovianas, saturnianas y neptunianas, expandiéndose cada vez más en la exploración espacial. Desde los observatorios de la luna terrestre veían muchas estrellas y otras formaciones extrañas, entonces decidieron viajar para explorar y conocerlas. Readaptaron la nave, y luego de tener refugio y alimento asegurados en la luna, un grupo salió nuevamente de viaje.
Las ardillas exploradoras descubrieron muchísimas más estrellas,
planetas y nebulosas. Pero también descubrieron formaciones extrañas que
nunca antes se habían visto: los púlsares, las gravastar, las estrellas cuánticas
y las estrellas cautivas. También encontraron un misterioso portal en un
agujero negro que era imposible de cruzar.
Entonces regresaron a la base lunar y comenzaron a preparar una
nueva misión. Kashém, de nuevo, fue elegida para llevar a cabo la tarea.
Un grupo de 20 ardillas fue seleccionado para la nueva misión: atravesar
el portal para saber que había más allá. Pero era una misión muy peligrosa,
porque nunca se había intentado antes.
Hasta el momento, en las misiones y expediciones que habían realizado,
las naves y astroardillas habían regresado a la base lunar, pero aquí, era muy
probable que no pudieran regresar, y eso hizo que las opiniones sobre la
misión se dividieran.
Por eso debieron realizar muchas reuniones, convenciones, asambleas
consultas, encuestas… no era fácil ponerse de acuerdo en un tema tan
complejo y delicado. Aunque el grupo seleccionado estaba dispuesto a asumir
los riesgos, no todos opinaban lo mismo.
Cuanto todo estaba listo y la nave estaba a punto de iniciar la prueba
final, decidieron cancelar la misión.
- Demasiado peligroso-dijeron los directores del Comité Lunar de
Exploración Espacial-seguramente los que vayan no volverán con vida. Y no
podemos arriesgar la vida de las astroardillas sabiendo que morirán.
-El portal debería ser debidamente estudiado para recién intentar
cruzarlo. Recuerden que cuando decidimos venir a la luna estuvimos muchos
meses realizando cálculos, diseñando, creando las partes para luego construir
la nave e iniciar el viaje-dijo una de las directoras del comité
-Y muchas de las naves que habíamos creado antes que ésta fracasaron
en su primer vuelo-dijo otro.
-Considerando todo lo expuesto en la reunión, concluimos que el peligro
es demasiado grande-dijo otro-por lo tanto, la misión se suspende.
La mayoría estuvo de acuerdo con la decisión, y muchas de las ardillas
seleccionadas para la misión, luego de comprender los riesgos a los que se
exponían, renunciaron.
Pero un pequeño grupo de astroardillas no estaba de acuerdo, porque
se habían estado preparando mucho tiempo y con mucho esfuerzo para esta
misión ; por eso comenzaron a hablar entre ellas.
-¡¡¡No es justo!-dijo Shafer- Nos estuvimos preparando para esta misión
hace más de cinco años ¿y ahora lo suspenden?
-Pero no hay nada que hacer, ya dieron la orden-respondió triste Sayani
-¡No importa la orden ¡ Tenemos que seguir, tenemos que ir, tenemos
que explorar ¿Cómo avanzaría la ciencia si nadie se arriesga a ir a lo
desconocido?-protestó Yikmat
-Tenés razón, pero ¿cómo vamos a hacer para sacar la nave del
hangar sin que se den cuenta? ¿Y sin capitana?-cuestionó Yannai
-¿Por qué dices que sin capitana?-preguntó Karime
-Porque según entredichos, a la capitana Kashem la transfirieron a la
base lunar de Júpiter.-respondió Yavari
-¿Y quién dice que acepté ser transferida?¿Quién dice que no tienen
capitana? –dijo Kashem acercándose al grupo que no la había visto aparecer
por la puerta lateral del hangar.
Todos la miraron asombrados, ella, sin inmutarse, continuó:
-Pero debo preguntarles ¿Realmente están seguros de lo que quieren
hacer? Porque después de esto no hay vuelta atrás-
T-¡Sí, capitana!
M-Muy bien, entonces prepárense porque nos robaremos la nave y nos
convertiremos en ardillas rebeldes
-Entonces tendremos que hacerlo rápido, capitana, porque ya dieron la
orden de desarmar la nave-comentó Kirabo
- Lo sé. Pero no comenzarán a desmantelar de inmediato, deberán
pasar algunos días de papeleo administrativo. Tampoco me transferirán de
inmediato por la misma razón, papeleo y trámites. Además, les daré pelea
negándome a la transferencia. Mientras la directiva del comité esté ocupada en tratar de convencerme, ustedes pueden tomar el control de la nave y asegurar que tengamos los recursos necesario para el viaje. Debemos aprovechar la oportunidad, es ahora o nunca ¿están de acuerdo?
T-¡¡¡Señora, sí, señora!!!-dijeron a coro, casi perfecto
Dejaron pasar unos días para no crear problemas. El único problema
que había en el momento era la negativa de Kashém a ser transferida en dos
semanas a la base joviana. Por más que intentaban convencerla, Kashém se
negaba a aceptar la transferencia. Mientras ella era el foco de atención, las
ardillas rebeldes o aukardillas, como decidieron llamarse, fueron tomando
control de la nave, asegurando el combustible y todos los implementos que se
necesitan en un viaje de tal magnitud mientras fingían que tenían la orden de
desmantelamiento.
Un día, en que todo parecía normal, la directiva le dio una orden directa
a Kashem: debía ir, quisiera o no, a Júpiter. Era una orden directa y no estaba
sujeta a discusión, ya habían perdido mucho tiempo tratando de convencerla
por las buenas.
La orden de transferencia ya estaba aprobada, pero Kashem, con ayuda
de un teniente de administración, cambió el nombre de la nave en el permiso
de vuelo estelar. Debía viajar en la “Akaínik” , pero cambiaron el nombre a
“Aukawara”, el nombre de la nave que sería desmantelada en los próximos
días. Con la orden de transferencia aprobada y el permiso de vuelo estelar
aceptado, las aukardillas robaron la nave “Aukawara” y despegaron ante los
ojos atónitos de sus compañeros, programando rumbo hacia el portal. Cuando vieron lo que sucedía ordenaron a media flota estelar que persiguieran la nave
rebelde.
A híper velocidad llegaron pronto al portal. Se detuvieron a un kilómetro
astronómico de distancia para analizar la situación y ver cómo debían cruzarlo.
Pero no podían esperar mucho porque la flota los alcanzaría.
Cuando tuvieron los datos medianamente confirmados, la capitana dio la
orden, y entonces, levantando escudos para formar la burbuja de espuma
cuántica, se dejaron atraer por el disco de acreción, y, usándolo como rampa
de despegue, invirtieron la polaridad de los escudos de la nave, lo que generó
más energía de impulso y entonces, activando motores al máximo, lo cruzaron, sabiendo el peligro que corrían, porque ya no podrían regresar.
El viaje fue corto, pero tuvieron que soportar fuertes tormentas de
descargas gravimétricas. Cuando al fin llegaron al otro lado, descubrieron un
mundo diferente, no se parecía a nada que hubieran visto antes. Era un mundo maravilloso.
Decidieron aterrizar y comenzaron a explorar. Conocieron gente de
otros lugares, nuevos idiomas y diferentes formas de pensar.
Pero todas las aukardillas tenían una orden: escribirlo todo, registrarlo
todo, porque tenían que enviar esos informes a la base lunar para que supieran lo que habían descubierto y que había valido la pena tomar el riesgo.
Escribieron miles de historias sobre las cosas que veían y aprendían; las
compilaron en un libro al que llamaron “ Aukardillas de Kashem: Historias de las ardillas que una vez se rebelaron y se animaron a cruzar barreras estelares”

Seudónimo Aukawara Kalisaya. Autora Docente y escritora Miriam Noemi Medina de la Localidad: Deán Funes, Provincia Córdoba
Imagen generada con IA

lunes, 16 de diciembre de 2024

Pablo Pioluchi en el Concurso Historias de vida

El destacado escritor Pablo Pioluchi, de CABA, Buenos Aires realizó su inscripción para competir por el premio que otorga el concurso literario historia de vida para aprender y superarnos. 
Recientemente también se había inscrito la destacada escritora de la provincia de Tucumán Mabel de Los Ángeles Oropel.
Es un importante concurso que permite a los autores que se inscriban escribir hasta seis páginas en una narrativa que puede ser también parte de su autobiografía o de la biografía de quienes ellos quieran reflejar literariamente, lógico previa autorización de quién van a citar en la determinada biografía. 
Los dos mejores trabajos participantes integrarán un libro digital que se publicará desde el Círculo Cooperativo de editores, expresaron los organizadores de este certamen. 
Puede solicitar las bases al siguiente correo electrónico, es un certamen exclusivamente para escritores radicados en Argentina